Nos tocó elegir algo de su trabajo y desde un comienzo me enamoré de uno de sus cuadros, Crepúsculo, pintado en 1947.
Y acá les dejo lo que me llegó a inspirar.
Arturo
Borda
Crepúsculo,
1947
Crepúsculo te hace sentir serenidad, el
final del día, el final de algo, un algo que vuelve todos los días, como la
felicidad, tristeza, melancolía, o una palabrita que se usa en Brasil
“saudade”… Sentimientos en fuga, que todos los días aparecen y caen, vuelve,
como un ciclo.
Es algo poético, el final del día, el
final de una relación, de algo que llega pero tiene que acabar y el comienzo de
la noche, de sentimientos locos, algo románticos, algo sensuales.
Los colores que reflejan
tranquilidad, serenidad, una calidez única, que llegando a representarla en la
colección sería con telas suaves, con mucha fluidez pero a la vez cálidas.
Que tengan una linda semana!
Lola